El 18 de junio, el Papa Francisco se unió a la llamada moral en la encíclica publicada diciendo:
“Sabemos que la tecnología basada en el uso de los combustibles fósiles altamente contaminantes … necesita ser progresivamente remplazada sin demora”
El Papa Francisco es muy claro afirmando que el actual modelo de desarrollo basado en el uso intensivo de carbón, petróleo e incluso gas natural, debe terminar. Necesitamos opciones de energías renovables y nuevos modelos de producción y consumo que combatan el calentamiento global. Esto es precisamente lo que un movimiento creciente de estudiantes, comunidades religiosas, inversionistas socialmente reponsables y ciudadanos comunes están demandando que hagan los individuos y las instituciones públicas y privadas: Desinvertir su dinero de los combustibles fósiles e invertir en soluciones climáticas como el viento, la energía solar, y la eficiencia energética.
En palabras de la Conferencia de Obispos de Filipinas, “Invertir en compañías de combustibles fósiles y en proyectos destructivos para el medio ambiente es sinónimo de apoyar la destrucción de nuestro futuro. La desinversión provee los medios para cambiar el status quo – una transición hacia un sistema que priorizará el bienestar de las personas y la naturaleza por encima de la implacable búsqueda de beneficio”.
Muchos líderes han respondido, con instituciones como los Unitaristas Universalistas, la Iglesia Unida de Cristo y el Consejo Mundial de Iglesias comprometiéndose a desinvertir de combustibles fósiles en los últimos meses. En junio, la Universidad de Dayton paso a ser la primera universidad católica en desinvertir.
Con la atención de 1.200 millones de católicos y el respeto de cristianos y no cristianos, el Papa Francisco está en una posición única para añadir tanto su voz como el singular poder moral de su cargo al movimiento de desinversión.
El Papa entiende la amenaza del cambio climático. Entiende el imperativo moral de cuidar de la creación. Entiende que si no hacemos nada, los impactos del cambio climático serán horribles, y caerán con la mayor severidad sobre la gente más vulnerable del mundo. Entiende que los humanos somos responsables de la protección del planeta – y la nuestra propia.
Sin embargo, al iniciar una campaña por la desinversión en tu diócesis católica, universidad, escuela, hospital u otra institución, estarás ayudando a crear impulso para que el Papa Francisco retire las inversiones del Vaticano. Cada institución católica que se comprometa a desinvertir también enviará una de las más poderosas señales morales de que la era de los combustibles fósiles llega a su fin. Iniciar una campaña por la desinversión es más fácil de lo que crees, y tenemos todos los recursos que necesitas para empezar. Aprende más sobre cómo comenzar tu campaña aquí debajo.
Pero ahora es el momento de actuar y desinvertir. Comparte esto en las redes sociales y ayuda a extender el llamamiento.